1.- La figura de las quince Hijas de la Caridad:
La máxima prueba de amor que es el martirio fue dada en Madrid por estas quince Hijas de la Caridad. Se presentan por grupos de martirio. La mayoría sufrieron el martirio, no aisladamente sino en grupo comunitario, tal como habían vivido su entrega a Dios para servirle en los pobres.
1.1.- Las cinco mártires de Leganés:
Sor Melchora-Adoración Cortés Bueno
Nació en Sos del Rey Católico (Zaragoza), Diócesis de Jaca,
el día 4 de enero de 1894. Entró en Comunidad el 18 de marzo de
1914. Realizó su servicio y misión educativa como maestra en varios
destinos, siendo el último el Colegio de la Inmaculada de Leganés.
Este fue su destino más largo en el que vivió totalmente entregada
a la educación de sus alumnas, muchas de ellas procedentes de familias
muy necesitadas. De allí salió para el refugio y posterior martirio.
Tenía 42 años. Destacó por su capacidad de liderazgo, su
competencia profesional, cariño incondicional a las alumnas. En su apostolado
destacó la virtud de la Esperanza.
Sor María Severina Díaz-Pardo Gauna
Nació en Vitoria, Diócesis de Alava, el 23 de octubre de 1895.
Alumna de las Carmelitas, conoció a las Hijas de la Caridad acompañando
a su padre que era miembro de las conferencias de San Vicente. Entró
en Comunidad el 2 de agosto de 1917. Realizó su misión educativa
como profesora de música en varios Colegios, siendo el último
el Colegio de la Inmaculada de Leganés. Destacó su delicadeza,
finura de trato, sencillez, vida interior y confianza en la Providencia. Desde
que entró en comunidad manifestó su deseo expreso de ser santa.
Junto a Sor Adoración a quien le unía una abierta y sana amistad,
sufrió el martirio a los 40 años de edad.
Sor Dolores Barroso Villaseñor
Nació en Bonares (Huelva) el4 de octubre de 1896. Entró en Comunidad
el 2 de diciembre de 1926. Realizó su misión como enfermera en
el Asilo de Málaga y en el Hospital Psiquiátrico de Santa Isabel
de Leganés. Vivió entregada de lleno a los enfermos mentales para
los que tenía un don especial de comprensión, cariño y
dedicación. De allí fue al martirio a los 39 años de edad.
Destacó por su entrega y cariño especial a los enfermos mentales.
Era persona de gran vida interior, acogedora y trasmitía a los demás
su profunda confianza en Dios.
Sor Estefanía Saldaña Mayoral
Nació en Rabé de las Calzadas (Burgos) el 1 de septiembre de 1873.
Entró en Comunidad a los 17 años, el 9 de agosto de 1890. Fue
una excelente maestra de párvulos en varias Escuelas y centros educativos.
Era muy fiel a las Reglas de la Compañía y escrupulosa en su cumplimiento.
Manifestó siempre una obediencia delicada, incluso en tiempos ya de persecución,
cuando fue destinada al Hospital Psiquiátrico de Leganés, de donde
salió para el martirio a los 62 años de edad. Destacó por
su disponibilidad y deseo sincero de fidelidad a la Voluntad de Dios manifestada
a través de los Superiores.
Sor Ma. Asunción Mayoral Peña
Prima hermana de la anterior, nació en Tardajos (Burgos) el 18 de agosto
de 1879. Entró en Comunidad el 17 de marzo de 1897 y desarrolló
su misión caritativa, como enfermera en varios Hospitales. Fue acogida
en el Hospital Psiquiátrico de Leganés al ser expulsada su Comunidad
del Asilo de Ciegos de Madrid, Ya anteriormente en 1934, durante la revolución
de Asturias, había sido expulsada también del Sanatorio de Santa
María del Naranco de Oviedo, experimentando de cerca la persecución.
Fue al martirio a los 57 años. Destacó siempre por su generosidad
y amor a los pobres.
Martirio. Estas cinco Hijas de la Caridad al ser expulsadas de Leganés,
se refugiaron en la Pensión de Dña. Petra Saldaña, hermana
de Sor Estefanía. Allí fueron delatadas a los milicianos de la
F.A.I. por dos antiguas alumnas. Por tres veces confesaron que eran Hijas de
la Caridad durante los registros y por este motivo fueron fusiladas junto a
la Puerta de Hierro de Madrid, la noche del 12 de agosto de 1936 en presencia
de la misma Doña Petra Saldaña y su yerno D. Santiago Rico. Previamente
les había ofrecido hacerse maestras o enfermeras del Socorro rojo, renunciando
a su condición de Hijas de la Caridad, oferta que ellas rehusaron prefiriendo
sellar su vocación con su propia sangre.
1.2. Las tres mártires de Vallecas.
Estas tres Hijas de la Caridad, pertenecían a la Comunidad de la Casa
de Misericordia de Albacete de donde fueron expulsadas el 25 de julio de 1936.
Al llegar a Madrid, hubieron de refugiarse en casa de un sobrino de Sor Dolores
Caro Martín, familia excepcional que supo comprender que su tía
no quería abandonar a la Comunidad y acogió a' todas en su vivienda
que era una Portería en la Plaza de Olavide, 5. Son las siguientes:
Sor Dolores Caro Martín
Nació en Granátula, Provincia y Diócesis de Ciudad Real
el 21 de octubre de 1893. Entró en Comunidad el 9 de mayo de 1917. Era
maestra y enfermera. Su destino más largo fue el Colegio de las Mercedes
de Madrid, ocupándose fundamentalmente de la enfermería. Era una
Hija de la Caridad de convicciones muy sólidas, de doctrina muy clara.
En circunstancias difíciles fue nombrada Hermana Sirviente de la Casa
de Misericordia de Albacete, donde fue querida y respetada hasta por su propios
enemigos. Murió a los 43 años en un gesto de fraternidad heroica.
Sor Concepción Pérez Giral
Nació en Madrid el 10 de enero de 1887, pero quedó huérfana
a los 5 años y pasó a vivir con los familiares de su madre, primero
y luego con los de su padre. Tuvo varios destinos en casa dedicadas a la Beneficencia
y acogida de los pobres, siendo el último la Casa Misericordia de Albacete
de donde salió para el refugio de Madrid con toda la Comunidad. Sufrió
duras pruebas e interrogatorios las horas de prisión, pero ella firme
en su fe y en su vocación, entregó su vida a Dios diciendo Viva
Cristo Rey y rechazando la oferta que se le hacía de renegar de su fe
para salvar la vida. Tenía 49 años.
Sor Andrea Calle González
Nació en Plasencia (Cáceres), el 27 de febrero de 1904, era modista.
Ingresó en Comunidad el 11 de septiembre de 1930. Los que la conocían
afirmaban que junto a ella no había penas y que ponía su seguridad
en el Señor. Soportó calumnias e incomprensiones con gran fortaleza.
Desarrolló su vocación en el manicomio u Hospital psiquiátrico
de Almería y en el de Zaldívar (Vizcaya). Su último destino
fue la Casa de Misericordia de Albacete, en donde también había
una zona de mujeres dementes. Cuando la mataron tenía 32 años.
Martirio. Con el fin de descargar algo a la familia que les había acogido,
Sor Concepción Pérez Giral pensó que podrían recibida
en casa de unos conocidos o parientes de su padre que vivían en Vallecas.
Sor Dolores Caro quiso dejada personalmente en su nuevo refugio y a fin de que
no regresara sola la Superiora, se ofreció para acompañadas Sor
Andrea Calle. Sor Concepción no fue admitida por sus parientes, porque
su condición de Hija de la Caridad suponía un compromiso y un
riesgo para ellos. En el entorno fueron reconocidas como "monjas",
abucheadas y vejadas. Posteriormente fueron fusiladas por la espalda. Era el
3 de septiembre de 1936. Sus cuerpos fueron enterrados en el cementerio de Vallecas,
pudieron ser reconocidos y rescatados en 1941 y descansan en la cripta.-capilla
de las Hijas de la Caridad en el Cementerio de San Isidro.
1.3. Mártires de la Carretera de Toledo, km.
6.
Sor Modesta Moro Briz
Natural de Santibáñez de Béjar (Salamanca). Entró
en Comunidad el 23 de diciembre de 1922 y realizó su misión de
servicio en varios destinos, y finalmente la farmacia de la Casa de Salud y
Maternidad de Santa Cristina de Madrid. Era hermana de D. Santos Moro Briz,
Obispo de Ávila y de D. José Moro Briz, Párroco de Cebreros,
también mártir de la fe en 1936. Ambos hermanos están también
en proceso de canonización. Destacaba por su sentido del humor, alegría,
devoción mariana y amor a la Compañía. Sufrió el
martirio a los 35 años de edad.
Sor Pilar Isabel Sánchez Suárez
Nació en Madrid el 5 de noviembre de 1906. Entró en Comunidad
el 29 de abril de 1926. Realizó su misión como enfermera en varios
Hospitales, y finalmente la Casa de Salud y Maternidad de Santa Cristina, realizando
su servicio en el quirófano como instrumentista y enfermera. Destacó
por su simpatía y acogida con las mujeres enfermas y en el comedor social
anexo, su devoción mariana y su confianza en Dios. La martirizaron junto
a Sor Modesta en el Km 6 de la carretera de Madrid a Toledo, cuando tenía
29 años de edad.
Martirio. Al ser expulsadas de la Casa de Santa Cristina, se refugiaron en la
Casa Provincial de Martínez Campos, 18, a cuya provincia pertenecían,
que se encontraba convertida en Hospital, pero al ir aumentando el número
de refugiados la Visitadora en funciones se vio forzada a enviar alguna Hermana
a distintas pensiones. Sor Modesta y Sor Pilar Isabel, que eran jóvenes,
se ofrecieron a salir las primeras, sacrificando su propia seguridad. Informadas
de que en la Casa Provincial se celebraba a diario la Eucaristía y deseando
participar de ella, intentaron volver a la Casa Provincial para celebrar la
fiesta de Todos los Santos. Al salir de la pensión de la Calle del Prado,
12, hacia la Casa Provincial, fueron sorprendidas por los milicianos del Ateneo
Libertario de Vallecas e identificadas como Hijas de la Caridad al ser preguntadas
por su condición. Este fue el motivo de su fusilamiento en el entonces
kilómetro 6 de la carretera de Toledo. Era el 31 de octubre de 1936 por
la noche.
1.4. Mártires de las Vistillas
Son dos Hermanas enfermeras que ejercían su servicio en el Hospital Clínico
de Madrid y en el Instituto de Reeducación de Inválidos de Carabanchel,
respectivamente.
Sor Josefa Gironés Arteta
Nació en Garisoain (Navarra) el 17 de marzo de 1907. Realizó los
estudios de enfermería en Pamplona. Entró en Comunidad el 18 de
julio de 1931, con la carrera de matrona recién terminada. Su único
destino fue el Hospital Clínico de San Carlos, sección de maternidad.
Pese a su juventud, era seria y responsable en su trabajo y se daba a respetar
entre los médicos y celadores. Destacó por su amor a la vocación
que vivió en ambiente persecutorio. Emitió sus primeros Votos
el 19 de julio de 1936, estando casi todas las iglesias de los alrededores de
su Comunidad ardiendo en plena hoguera de violencia persecutoria. Una vez pronunciados
los votos dijo a una de sus compañeras: ¡Ya puedo ser mártir!...
Su deseo se hizo realidad cuando sólo contaba 29 años.
Sor Lorenza Díaz Bolaños
Nació en Guía, Las Palmas de Gran Canarias, el 10 de agosto de
1896. Desde joven destacó por su sensibilidad religiosa, capacidad para
ayudar a los necesitados y disposición para enseñar el Catecismo
en la parroquia de su pueblo. Ingresó en la Compañía el
12 de abril de 1921. Su único destino fue el Instituto de Reeducación
de Inválidos del Trabajo en Carabanchel (Madrid). Fue una gran enfermera
del quirófano. Profundamente espiritual destacó por su prudencia,
paciencia y la estima y defensa de su castidad ante las provocaciones de un
compañero de trabajo que fue quien les denunció. Murió
a los 40 años.
Martirio. Un grupo de milicianos fue a buscarlas a la pensión en la que
se encontraban. Sus nombres estaban en la lista negra de los denunciados. Fueron
apresadas y detenidas por celadores de los hospitales donde habían prestado
su servicio caritativo, seguidamente llevadas a una checa o lugar de suplicio,
atormentadas vilmente por confesar su fe y ser fieles a su vocación,
y finalmente martirizadas en el parque de las Vistillas de Madrid el 17 de noviembre
de 1936. Allí fueron encontrados sus cadáveres.
1.5. Mártir de la Checa
Sor Gaudencia Benavides Herrero
Nació en Valdemorilla (León) el 12 de febrero de 1878. 1878. Ingresó
en la Compañía el 19 de enero de 1899. Su primer destino fue el
Hospital de Albacete. Después fue enviada como misionera a Puerto Rico,
donde realizó su misión educativa en varios Hogares y colegios.
Regresó a España a causa de su enfermedad ante una afección
cardiaca grave y quedó destinada en Madrid, en el Asilo del Niño
Jesús de Alburquerque para un seguimiento médico más cercano.
Detenida y llevada de cárcel en cárcel sin imputársele
más cargo que el ser religiosa, enfermó gravemente por los malos
tratos y llena de úlceras, fue dada de alta precipitadamente para evitar
que se muriera en la cárcel. Desde la cárcel de Ventas fue conducida
al Hospital de San Luis de los Franceses donde falleció perdonando a
sus enemigos. Tenía 58 años cumplidos. Era el día 11 de
febrero de 1937. Destacó por su amor a la Virgen y a San José,
por su paciencia, bondad y espíritu de sacrificio.
1.6. Mártires del camino
Así llamadas porque experimentaron el martirio en el camino de Jaén
a Madrid donde buscaban refugio. Son.
Sor Juana Pérez Abascal
Nació en Madrid el 20 de octubre de 1886. Ingresó en la Compañía
el 15 de octubre de 1908. Realizó su misión de servicio en varios
Hospitales como enfermera y finalmente en el Sanatorio antituberculoso El Neveral
de Jaén. Destacó por su piedad, espíritu de trabajo, compasión
ante los pobres y enfermos y fidelidad a las Reglas. Murió a los 50 años
por llevar el rosario de Hija de la Caridad escondido bajo su vestido de enfermera.
Sor Ramona Cao Fernández
Nació en Fontey- Rua de Valdeorras (Orense), el 11 de septiembre de 1883.
Ingresó en la Compañía el 11 de enero de 1901. Sus destinos
como enfermera fueron el Hospital de mujeres Incurables de Madrid, el Hospitagl
militar de Sevilla y finalmente el Sanatorio antituberculoso "El Neveral"
de Jaén. Destacó por su celo apostólico, su compasión
y sensibilidad ante el dolor de los pobres enfermos, su piedad y su devoción
al Señor crucificado. Murió a los 53 años, también
como su compañera de martirio, por llevar el rosario de Hija de la Caridad
escondido bajo su vestido de enfermera.
Martirio.- Expulsadas del sanatorio de El Neveral, fueron detenidas y calumniadas
de robo en Jaén. Al ser juzgadas no se pudo probar la acusación
y fueron puestas en libertad, pero no encontraron lugar de refugio en aquella
ciudad y se vieron obligadas a trasladarse a Madrid en un tren lleno de presos
políticos. A pesar de sentir miedo, antes de renegar de su fe, subieron
al tren en Alcázar de San Juan, en medio de insultos y un tumulto feroz.
Iban vestidas de enfermeras de la Cruz Roja pero conservaron su rosario de Hijas
de la Caridad debajo del uniforme de enfermeras. Este hecho las identificó
como Hijas de la Caridad y fue la razón de su martirio en la matanza
del llamado primer tren de la muerte. Al ser sacadas del tren fueron arrastradas
por el suelo, insultadas y finalmente fusiladas por su condición religiosa
en el Pozo del Tío Raimundo, el 12 de agosto de 1936.