por Sor Angeles Infante Barrera HdlC
1.- SOR JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ
Nació en Alberique (Valencia), 6.V.1898, en una familia de labradores
del campo y hondas raíces cristianas. Es la tercera hija entre seis hermanos
del matrimonio formado por José y Marcela, quienes la educan cristianamente
en la familia y en el colegio de las Hijas de la Caridad de la ciudad. Desde
pequeña se manifestó piadosa, alegre y servicial, tanto dentro
del hogar como en el colegio. Formó parte de la Asociación de
Hijas de María y a través de la oración y el servicio a
los necesitados sintió la llamada de Dios. Realizó el Postulantado
o prueba en el Hospital provincial de Valencia, dedicándose de lleno
a los ancianos enfermos. Ingresó en el Seminario de las Hijas de la caridad
de la Provincia española en la calle Jesús, 3, de Madrid el 30.X.1925.
Terminada su formación inicial fue destinada al Hospital en el que realizó
su prueba como postulante. Desde su llegada destacó por su fidelidad
a las Reglas, piedad y entrega a los enfermos. Allí realizó los
estudios de Enfermería y ejercía de lleno la profesión
en 1936. Al estallar la revolución fue despedida la Comunidad integrada
por 100 Hermanas. Ella buscó refugio en Alberique, junto a sus padres
y su hermana Natalia que esperaba su cuarto hijo. Al ser detenido y amenazado
de muerte su cuñado, por su condición de padre católico,
ella se ofreció en su lugar pero no fue aceptada. A los pocos días
la apresaron junto con su hermana. Sor Josefa intercedió ante los milicianos
para que liberasen a su hermana que estaba en cinta, y pidió que sólo
la matasen a ella. Y así lo hicieron. Fue fusilada por causa de la fe
el 15.X.1936 en Llosa de Ranes (Valencia) en el término llamado "puente
de los perros". Antes de morir, perdonó a los que la fusilaban,
puso su vida en manos de Dios y pidió la intercesión de la Stma.
Virgen con el rezo del santo Rosario.
2.- SOR MARTINA VÁZQUEZ GORDO
Nació en Cuellar (Segovia) el 30.I.1865. Sus padres Zacarías y
Antonia eran dueños de la confitería de aquella ciudad y educadores
cristianos de una familia numerosa de ocho hijos. Desde niña se mostró
inteligente, abierta y audaz. Experimentó la vocación a través
de un buen consejo del párroco que no veía como voluntad de Dios
sus relaciones de noviazgo con un joven de Toro (Zamora). Aceptado el consejo
y percibido como llamada divina, decidió ingresar en la Compañía
de las Hijas de la Caridad. Con tesón y constancia superó la oposición
paterna y logró realizar el Postulantado en el Hospital general de Valladolid
a los 31 años. Ingresó en el Seminario de la calle Jesús
de Madrid el 26.II.1896. Terminada su formación inicial tuvo varios destinos:
Hospicio y Colegio Medalla Milagrosa de Zamora, Hospital de Segorbe, Casa Provincial
de Madrid, Hospital Doker de Melilla y de nuevo, el Hospital, Escuelas y Comedor
de Caridad de Segorbe (Castellón). Desde 1906 hasta 1936 desempeñó
servicios de responsabilidad como superiora local, asistenta o vicaria provincial
y organizadora de los Hospitales Militares del norte de África. En todos
los destinos destacó por su coraje e intrepidez a favor de los pobres.
Era de fe firme, carácter abierto, ávida de hacer el bien a todos,
valiente, creativa y tenía gran sentido del humor. Sabía superar
todas las dificultades con optimismo y esperanza, sin arredrarse ante los problemas.
Al estallar la guerra, la Comunidad fue despedida del Hospital. Ella y las Hermanas
se refugiaron en la casa de una antigua alumna, donde vivían como presas.
Amenazadas de muerte varias veces y viendo que el martirio era una realidad
cercana, ella aconsejó la preparación inmediata. Se confesaron
por escrito con un sacerdote que vivía enfrente de ellas clandestinamente
y les dio la absolución a través del cristal de su ventana. Esto
sucedió la víspera de su martirio 4.X.1936. Ese día, al
saber que era apresada para morir, se puso el hábito y seguidamente fue
conducida en un camión al lugar del martirio, en la carretera de Algar
de Palancia. Ella misma pidió no proseguir más lejos para efectuarlo.
Previamente se arrodilló, encomendó su alma a Dios, rezó
por sus perseguidores y les ofreció públicamente su perdón.
Después pidió morir de frente, con los brazos en cruz y el crucifijo
entre los dedos de su mano derecha. Antes de recibir los disparos confesó
su fe así: "Creo en las palabras de Cristo: "Quien me confesare
delante de los hombres, también yo le reconoceré delante de mi
Padre"". Los milicianos que dispararon habían sido socorridos
por ella en el Comedor de Caridad que había fundado.
3.- SOR JOSEFA LABORRA GOYENECHE
Nació en Sangüesa (Navarra) el 6.II.1864. Sus padres, Francisco
y Javiera, agricultores y buenos cristianos la llevaron al Colegio de la Inmaculada
regido por Hijas de la Caridad. Allí se educó cristianamente,
formó parte de la Asociación de Hijas de María y experimentó
la llamada de Dios. En casa manifestó respeto, obediencia, responsabilidad,
diligencia en el trabajo, amor a Dios y a los pobres. Su conducta era ejemplar
para los tres hermanos. Ingresó en la Compañía el 18.III.1881,
después de terminada su prueba en el Hospital de la Princesa de Madrid.
Destinada al Hospicio de Cuenca demostró cariño y dedicación
a todos los acogidos. En julio de 1900 fue destinada como superiora del Colegio-Asilo
de Bétera (Valencia) y en 1911 pasó al hospital de Murcia. Pronto
volvió a Bétera, requerida por los acogidos, las familias y la
comunidad.
Su conducta fue ejemplar siempre, destacando por su entrega y bondad maternal.
En julio de 1936 la casa fue asaltada y la comunidad despedida. Refugiadas las
cinco hermanas en casa de una antigua alumna, fueron localizadas dos días
después y obligadas a dejar aquel refugio y marchar a Valencia. Previamente,
el alcalde ordenó, mediante un bando público que nadie saliera
a la calle para dar cobijo a las Hermanas. En Valencia encontraron una pensión
donde se refugiaron. Localizadas por un exalcalde republicano de Bétera
a los cinco meses, éste dio orden de prendimiento y martirio. Todas fueron
apresadas en la checa ubicada en el Seminario y de allí las sacaron para
ser fusiladas en el Picadero de Paterna. Sor Josefa murió perdonando
a los enemigos y poniendo su vida en manos de Dios. Los testigos han destacado
su comprensión, bondad y prudencia que la atrajeron el cariño
y la gratitud de alumnas y acogidos.
4.- SOR CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL
Nació en Cea (Orense) el 26.IV.1877. Sus padres Francisco y Rosa la educaron
cristianamente y le proporcionaron la educación básica de cultura
general en la escuela de la villa. A los 20 años ingresó en la
Compañía el 16.VIII.1897, tras realizar la prueba en el Hospital
de mujeres incurables de Madrid. El padre que era Guardia Civil y buen cristiano,
facilitó su entrada en la Compañía. Terminada la formación
inicial fue destinada a Bétera donde ejerció su ministerio como
maestra de párvulos. Piadosa, observante y trabajadora, se preparaba
con responsabilidad y esmero las clases y catequesis. En 1935 fue nombrada superiora
de la Comunidad y al año siguiente, al estallar la revolución,
sufrió el asedio y la persecución en las mismas circunstancias
que su compañera Sor Josefa Laborra y, como ella, fue martirizada en
la misma fecha y lugar. Murió rezando y perdonando a sus agresores.
5.- SOR Mª PILAR NALDA FRANCO
Nació en Algodonales (Cádiz) el 24.V.1871. Era hija de Manuel,
médico y Josefa dedicada a las tareas del hogar. Educada cristianamente
conoció a las Hijas de la Caridad a través de la Asociación
de las Hijas de María y experimentó la llamada de Dios hacia la
Compañía. Realizó la prueba en el Hospital de Santa Isabel
de Jerez de la Frontera y seguidamente ingresó en el Seminario el 6.X.1889,
habiendo cumplido los 18 años. Tuvo como formadora a la Sierva de Dios
Sor Justa Domínguez de Vidaurreta en las clases de Cultura general y
Pedagogía. Terminada la formación inicial ejerció su actividad
primero en el campo sanitario: Hospital-Asilo de Mondoñedo y Hospital
Psiquiátrico de Leganés. Después de 1900 al ampliarse la
Escolaridad obligatoria y las Escuelas de párvulos, cursa los estudios
de maestra parvulista y fue destinada a la enseñanza en las Escuelas
Católicas de Cádiz y seguidamente en las de Dos Hermanas (Sevilla)
y Bétera (Valencia). En estas ciudades desempeñó su misión
como maestra de Párvulos, con dedicación y entrega a los niños
más pobres. Sufrió el martirio el 9.XII.1936 en el Picadero de
Paterna, en las mismas condiciones que sus hermanas de Comunidad.
6.- SOR ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY
Nació el 26.XII.1878 en el seno de una familia dedicada a la agricultura
en Peralta (Navarra).- Sus padres Idelfonso y Juana la educaron cristianamente
y facilitaron su traslado a Palencia con una tía Hija de la Caridad.
Allí realizó su postulantado en el Hospital y Escuelas de San
Bernabé. Ingresó en la Compañía el 21.XI.1896 y
seguidamente fue destinada a Bétera (Valencia) donde ejerció su
misión como maestra de párvulos durante 39 años. Destacó
por su paciencia, bondad y humildad en su forma de educar y enseñar.
En comunidad se manifestó siempre fiel a las Reglas de la Compañía.
Sufrió el martirio el 9.XII.1936 en las mismas circunstancias que sus
compañeras de comunidad.
7.- SOR ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA
Nacida en Páramo del Arroyo (Burgos), el 2.I.1885, fue bautizada a los
ocho días de su nacimiento. Sus padres Esteban y Felicitas, labradores,
la educaron cristianamente juntamente con su hermana Irene. Fue alumna interna
del colegio de La Milagrosa de Rabé de las Calzadas (Burgos) y en él
recibió una formación esmerada. Escucha la llamada de Dios muy
joven y decide seguirla, realizando la prueba en el Hospital de San Juan de
Burgos. El 15.X.1901 llega a Madrid al Seminario de la calle Jesús para
ingresar en la Compañía. Terminado este periodo de formación,
es destinada al Asilo de Párvulos de Bétera, donde realiza su
misión como maestra. Durante 35 años fue catequista responsable
de la preparación de los niños para la primera Comunión,
desempeñando esta labor con dedicación y bondad. Preparaba con
cariño la comida de ese día para todos los niños y niñas.
Era muy apreciada por el interés y cercanía con que seguía
a sus exalumnos y exalumnas. Con frecuencia hombres y mujeres, educados por
ella, acudían a pedirle consejo. Se ocupó además de la
crianza de los animales de la granja que proporcionaban alimentos a los acogidos
del Asilo. Sufrió el martirio el 9.XII.1936 en las mismas circunstancias
que sus compañeras de comunidad.
8.- DOLORES BROSETA BONET
Nació en Bétera (Valencia) en 1892 en el seno de una familia trabajadora
y numerosa, integrada por seis hijos, dos de ellos murieron en edad muy temprana.
Los padres, Joaquín y María, trabajadores y buenos cristianos
llevaron a sus hijos al Colegio-Asilo de las Hijas de la Caridad, a partir de
los tres años. En él se educó Dolores y los tres hermanos
que llegaron a edad adulta. Llegada a la juventud se afilió a la Asociación
de Hijas de María de la Medalla Milagrosa y cultivó en ella los
tres pilares de la misma: oración, servicio a los pobres e imitación
de la Stma Virgen. En este ambiente sintió la vocación y decidió
seguirla como Hija de la Caridad. A los 21 años realizó la prueba
como postulante en el Hospital provincial de Valencia, pero por padecer hemorragias
frecuentes no pudo ingresar en la Compañía. De acuerdo con las
Hermanas decidió volver a Bétera y trabajar en el Colegio-Asilo,
como Hija de María. Colaboraba con las Hermanas en las clases de párvulos
y en el obrador de bordados. Al morir su madre en 1925, pasó a vivir
al Asilo, ayudando en todo a las Hermanas, y con ellas fue expulsada y perseguida.
Cuando buscaron refugio en la pensión "El Gallo" de Valencia,
ella era la que salía a la calle en busca de lo necesario para vivir
e iba con frecuencia a Bétera a recoger los víveres que algunos
vecinos del pueblo donaban para las Hermanas. Seguida por miembros del Comité
comunista, localizaron a la comunidad que fue apresada en la Checa ubicada en
el Seminario diocesano de Valencia, juntamente con Dolores Broseta. Pocos días
después, el 9.XII.1936, fueron llevadas todas al Picadero de Paterna
y fusiladas por su condición religiosa.
9.- SOR JOAQUINA REY AGUIRRE
Nació en Begoña, Bilbao, el 23.XII.1895. Sus padre Francisco (empleado
de comercio) y Jerónima, la bautizaron a los seis días de su nacimiento
y la educaron cristianamente. A los 30 años logró ingresar en
la Compañía, superando las dificultades encontradas. Realizó
la prueba o postulantado en el hospital de La Princesa de Madrid e ingresó
en el Seminario el 17.I.1926. Terminado su tiempo de formación inicial
fue destinada a la Casa de Beneficencia de Valencia. Allí ejerció
su misión durante diez años como maestra y educadora de las Escuelas
y talleres, además de asumir el oficio de inspección a fin de
controlar el buen funcionamiento y desarrollo de las actividades pedagógicas
y profesionales de la casa. Desempeñó sus ministerios con responsabilidad,
seriedad y dedicación, ayudando en todo lo que podía a su superiora
y a la comunidad.
Al llegar la persecución de 1936, fue dispersada la comunidad. Ella se
refugió con otras hermanas de la comunidad en el pueblo cercano de Foyos,
en la casa familiar de una hermana. Allí fueron localizadas y apresadas.
Llevadas ella y su compañera Sor Victoria Arregui a la sede del Comité
comunista, fueron sentenciadas a muerte por su condición religiosa, juntamente
con dos sacerdotes que habían celebrado la Eucaristía clandestinamente
en su refugio, D. José Ruiz y D. Antonio Bueno. Sor Joaquina se defendió
con argumentos sólidos antes de aceptar la condena a muerte sin cargos
ni juicio previo. Y antes de ser fusilada en la tapia del cementerio de Gilet,
arrebató con viveza el arma al verdugo que intentó violarla antes
de disparar. Entonces uno de los sacerdotes compañero de martirio, D.
José Ruiz, le dijo que no perdiera la ocasión de entrar triunfante
en el cielo. Reflexionó, entregó el arma y pidió perdón
públicamente por su cobardía. Seguidamente pidió la absolución
a D. José, ofreció el perdón a sus perseguidores y aceptó
los tiros de muerte mientras gritaba: "Viva Cristo Rey". Era el 29
de octubre de 1936, al amanecer.
10.- SOR VICTORIA AREGUI GUINEA
Nació en Bilbao el 19.XII.1894. Era hija de Venancio (jornalero) y Liboria.
Educada con las Hijas de la Caridad fue miembro de la Asociación de las
Hijas de María de la Medalla Milagrosa, cultivando con esmero la oración,
el servicio a los necesitados y la devoción mariana. En este ambiente
percibió la vocación y fiel a ella, ingresó en la Compañía
el 17.III.1921. Realizó el postulantado en el Hospital provincial de
Pamplona y el Seminario en Madrid. Terminada su formación inicial, fue
destinada a la Casa Beneficencia de Valencia a los talleres de bordado del obrador
de costura, pues era una artista de la aguja y en aquella Casa se bordaban ornamentos
para muchas iglesias de España y países extranjeros. Desempeñó
su misión bordando y enseñando a bordar a las jóvenes del
obrador y cumpliendo sus deberes establecidos en las Reglas de la Compañía.
Al llegar la persecución fue expulsada de la Comunidad con sus compañeras
y se refugió en Foyos con Sor Joaquina Rey. Con ella pasó el refugio,
la prisión y el martirio, con la diferencia de que Sor Victoria Arregui,
más tímida que su compañera, aceptó sin rechistar
la condena a muerte y el martirio, después de recibir la absolución
y la Eucaristía de manos de D. José Ruiz, sacerdote compañero
de martirio. Murió como su compañera gritando: "Viva Cristo
Rey"
11.- SOR Mª ROSARIO CIÉRCOLES Y GASCÓN
Nació en Zaragoza el 5.X.1873. Sus padres, Juan (guitarrista) y María,
se preocuparon de darle una buena educación en el colegio dirigido por
las Hijas de la Caridad. Curso los estudios de Música antes de ingresar
en la Compañía. Desde joven participó en la Asociación
de Hijas de María de la Medalla Milagrosa que vivía entonces su
espiritualidad mariana con una exigencia fuerte de oración y servicio
a los necesitados. En este ambiente percibió la llamada de Dios y decidió
ingresar en la Compañía el 24.X.1892. Realizó el postulantado
en el Hospital general de Madrid y terminado el Seminario, tuvo varios destinos,
desempeñando su misión como organista, profesora de Música
y manualidades profesionales: Escuelas de la Purísima de Barcelona, Colegio
de Barbastro, Escuelas de la Milagrosa de Madrid y Colegio-Asilo de San Eugenio
de Valencia. Tenía el temperamento enérgico, pero se dominaba
mucho y se entregaba de lleno a su misión de educadora.
Llegada la persecución de 1936, fue expulsada y dispersada la comunidad
del Asilo de san Eugenio de Valencia. Sor Rosario con otras dos compañeras
se fueron a Puzol (Valencia), a la casa de un familiar de una hermana. Allí
estuvieron muy vigiladas y amenazadas por los miembros del Comité comunista
del pueblo. En la casa estaba también refugiado un sacerdote que celebraba
la Eucaristía clandestinamente. El 17 de agosto de 1936 fueron apresadas
y conducidas al Comité, juntamente con el sacerdote. Sor Rosario intentó
defenderse y defender a sus hermanas, pero no logró nada. Las tuvieron
toda la noche limpiando las dependencias y a la mañana siguiente, al
amanecer, las martirizaron moral y físicamente, debajo de un limonero
cerca del cementerio de Benavites (Valencia), acribillando su cuerpo con tiros
de metralla.
12.- SOR MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ
Nació en Burgos el día 6.V.1881. Era hija de Benito (comerciante)
y Micaela. Educada con las Hijas de la Caridad fue miembro de la Asociación
de las Hijas de María de la Medalla Milagrosa del colegio de Saldaña
en Burgos. Realizó el postulantado en el Hospicio de Burgos y terminada
la prueba, ingresó en la Compañía el 21.XI.1901. Al terminar
su tiempo de formación en el Seminario tuvo varios destinos: Hospital
provincial de Albacete, Asilo de la Infancia de Jerez, Cocina y Comedor del
salvador en Jerez, Escuelas de Polanco (Santander) y Colegio-Asilo de San Eugenio
de Valencia. Su servicio estuvo preferentemente entre los niños pequeños
de párvulos, a los que cuidaba y enseñaba con bondad y paciencia.
En comunidad se mostró siempre disponible y fiel a las Reglas de la Compañía.
Al llegar la persecución con motivo de la guerra de 1936, fue expulsada
del Asilo con toda la comunidad y sufrió el martirio el mismo día
y en las mismas circunstancias que Sor Mª Rosario Ciércoles.
13.- SOR Mª LUISA BERMÚDEZ RUIZ
Nació en San Pelayo de Sabugueira (Coruña) el 10.X.1893. Era hija
de D. Elías Bermúdez Cotón y Dña Mª del Carmen
Ruiz García-Flores, ambos oriundos de la nobleza. Tenían grandes
posesiones y casa palaciega con escudo familiar propio, alusivo a los títulos
de nobleza ostentados, pero con la cruz y la inscripción. "Ave María",
prueba de la religiosidad y carácter cristiano de la familia. Tenía
otra hermana dos años más joven que ella, que también fue
Hija de la Caridad. Se llamaba Sor Mª Asunción Bermúdez Ruiz.
Ambas fueron educadas en el Colegio que las Hijas de la Caridad tenían
en Santiago de Compostela y allí percibieron el amor a los pobres y la
llamada de Dios. De común acuerdo dejaron todo su patrimonio a favor
de la Congregación de la Misión.
Mª Luisa realizó el postulantado o prueba en el Asilo San Blas de
Madrid y seguidamente ingresó en la Compañía el 30.VIII.1917.
Terminado su tiempo de formación inicial fue destinada a casas dedicadas
a la infancia abandonada. Tenía un don especial para los niños
más pequeños y era una excelente parvulista, dulce en el trato
y compasiva, aunque un poco apocada de carácter. Sus destinos fueron:
la Residencia de Niños Santa Eulalia de Barcelona (1918), Casa Cuna del
Niño Jesús en Logroño (1920)y la Casa Caridad de Zaragoza
(1921). Después cayó enferma y tuvo que estar algún tiempo
de reposo en la Casa San Cayetano de Madrid. Una vez repuesta, fue destinada
al Colegio-Asilo de Las Mercedes de Madrid (1922) y finalmente al Colegio-Asilo
San Eugenio de Valencia (1931). Al llegar la persecución de 1936, fue
expulsada del Asilo con toda la comunidad y sufrió el martirio el mismo
día y en las mismas circunstancias que Sor Mª Rosario Ciércoles
y su compañera Sor Micaela.